Antes de empezar, me gustaría decir que durante mi etapa de búsqueda, terapia y sanación personal, las constelaciones familiares han representado un antes y un después en mi vida, quizás porque llegaron en el momento adecuado, pero aún así ha sido sin lugar a dudas la herramienta terapéutica que más me ha ayudado a comprender mis heridas, tomar conciencia, superar miedos y avanzar hacia una vida más saludable y auténtica desarrollando mi potencial como individuo, ayudándome a creer en mi y a comprender que todo está conectado y que el desarrollo personal puede conllevar muchos beneficios en distintos ámbitos, incluso a nivel profesional.
¿Qué son las constelaciones familiares?
En resumen podríamos decir que son un tipo de terapia sistémica breve, una herramienta de toma de consciencia que nos permite ver una determinada historia desde un nuevo punto de vista, sacando a la luz información que no somos capaces de ver por nosotros mismos, normalmente porque se encuentra en nuestro inconsciente.
Su objetivo principal es tomar consciencia de que estamos interconectados, que como seres humanos no venimos solos al mundo sino que nos humanizamos a través de la relación que tenemos con nuestro entorno y, sobretodo, con nuestros padres y nuestro linaje familiar, de quienes heredamos gran cantidad de patrones inconscientes que condicionan nuestra vida. En este sentido las constelaciones familiares nos devuelven la mirada hacia nuestros ancestros, nuestras raíces, y nos ayudan a liberarnos de esos patrones y conductas heredadas que nos limitan en la vida y, a la vez, nos brindan la oportunidad de reescribir nuestra historia y tener una mirada más amorosa hacia el mundo y nuestro sistema familiar y, por lo tanto, nos ayudan a sentirnos más en paz.
Como dijo Bert Hellinger, el principal difusor de esta herramienta “es posible que estés buscando en las hojas lo que está en la raíz”, y es que muchos buscamos las dificultades que tenemos en la vida (pareja, hijos, salud, laboral, económico) en lo superficial cuando muchos de estos problemas tienen su origen en nuestro sistema, en el mundo relacional de nuestros ancestros.
Todos nacemos en nuestro entorno familiar con un mapa de límites, con creencias y maneras de percibir la vida, con formas de relacionarse, con características genéticas, emocionales y psicológicas y, sobre todo, con una historia propia y un lugar dentro del propio sistema familiar.
Cuando nuestros ancestros vivieron situaciones de dolor, de violencia, asuntos que quedaron en el mundo psicológico sin tramitar porque desbordaron los recursos que tenían, haciendo lo que pudieron para sobrevivir, esa información, como es energía, no desaparece sino que se transforma en información genética que va a pasar a las siguientes generaciones a través del ADN, tanto a nivel biológico, psicológico como emocional. Absorbemos todo lo que viene del sistema. Esto se da por un instinto natural de supervivencia.
Entonces ¿Cuál es el problema con pertenecer a una familia? Que aprendes a sobrevivir con sus pros y sus contras, delimitando tu propia manera de percibir el mundo y de relacionarte con él.
De la lealtad familiar pueden derivar entre otras cosas: Divorcios, infidelidades, violencia, enfermedades, enfermedades hereditarias, fracasos. Sumergiéndote en un bucle de sufrimiento, llevándote a una sensación de vacío existencial.
¿Acaso no has sentido esa sensación de que la vida es algo más de lo que estás viviendo?
En realidad no somos tan libres como creemos y la mayoría de las veces estamos repitiendo patrones familiares heredados de forma inconsciente. Muchas personas creen que libertad equivale a falta de consciencia cuando en realidad es todo lo contrario, libertad es conocer mi historia, saber de dónde vengo para poder elegir de una manera menos condicionada a partir de una experiencia que permite la observación, la integración, la honra y la transformación.
En este punto entran las constelaciones familiares, que nos pueden llevan a sacar afuera todo aquello que llevamos en nuestro inconsciente por lealtad a la familia.
De esta manera podemos llegar a comprender y tomar fuerza desde el amor, el respeto y la aceptación a nuestro sistema familiar, tomando de él la fuerza para ir hacia nuestra propia vida de plenitud ya que las constelaciones familiares nos ofrecen la oportunidad de ampliar nuestra mirada hacia la vida porque, como dijo Antoine de Saint-Exupéry en “el principito”: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Y es que las constelaciones familiares nos invitan a dejar de una lado nuestra razón para conectar con nuestra intuición y nuestro mundo emocional.
Las constelaciones nos ayudan a desarrollar nuestra vida de una manera más plena y coherente con lo que sentimos, dejando la crítica, liberándonos de lealtades invisibles desde una mirada más amorosa y compasiva, honrando y aceptando nuestra historia tal y como fue. Nos ayudan a poner orden en el sistema y a tomar nuestro lugar mediante los tres principios sistémicos que Hellinger llamó los “ordenes del amor”, que nos dicen que para que un sistema esté en equilibrio tiene que respetar la jerarquía (quien llega primero tiene preferencia), la pertenencia (todos los miembros pertenecen al sistema) y el equilibrio entre el dar y el tomar.
¿Qué se puede trabajar en una constelación familiar?
Los temas a trabajar son tantos como hasta donde nuestra imaginación pueda llegar: Miedo a afrontar la vida, ansiedad, depresión, abusos sexuales, violencia intrafamiliar, la elección del tipo de pareja, quiebras económicas repetitivas, enfermedades que se repiten generación tras generación, situaciones relacionadas con secretos familiares que se repiten, adicciones, problemas con los hijos, auto-boicot, etc.
¿Cómo funciona una constelación familiar?
Aunque también existen en formato individual, su formato clásico es el presencial y grupal colocado en círculo, dejando un espacio central libre. En cada constelación hay un consultante que se coloca al lado del constelador y explica el motivo de la consulta. Al resto se le pedirá que haga de representante y que simplemente se sitúen en el espacio central y se dejen sentir, en silencio. Si se quieren acercar a alguien lo hacen, alejarse, ir al suelo, etc. El constelador puede ir preguntando tanto al consultante como a los representantes para que vaya saliendo información a la luz que permita al consultante hacer una toma de conciencia, también con la intención de llegar a una imagen de solución final que permita al consultante avanzar hacia su objetivo.
Constelaciones familiares y ciencia:
Muchos dirán que esto es pseudo-ciencia, y aunque de esto ya hablaremos otro día, a continuación comparto un poco de teoría que sustenta su funcionamiento.
A nivel científico se basa en el marco teórico de la biología, donde Rupert Sheldrake nos habla del campo mórfico que nos dice que por resonancia, a partir de la información que se encuentra en el inconsciente colectivo, esta se manifiesta y expresa en lo que se entiende como “el campo” en física.
Sheldrake da por sentada la interconexión a «distancia» entre las cosas y las especies a partir de una resonancia entre los miembros de un grupo de cosas, vivientes o no vivientes, que define un campo mórfico, un campo de memoria donde se manifiestan formas y hábitos. Ejemplos fáciles de comprender serían el caso del vuelo de los estorninos o el de algunos bancos de peces, donde se hace evidente que hay una conexión entre los individuos que a primera vista parecería imposible de comprender, a no ser que comprendamos que existe un campo de información que lo rodea todo.
En el libro de R. Sheldrake “De perros que saben que sus amos están camino de casa y de otras facultades inexplicadas de los animales” se pregunta, ¿por qué un perro anticipa la llegada de su amo incluso cuando es a una hora inusual? Este tipo de conductas podrían ser explicadas por la teoría de los campos mórficos al tratarse de una información que se transmite instantáneamente de una forma no-material o sutil.
De esta forma, cuando una persona realiza una consulta, se genera un campo en el que se manifiesta toda la información que lleva consigo.
Y para cerrar:
Si, lo sé… Después de todo este rollo todavía no te haces una idea de lo que son exactamente las constelaciones familiares, y es normal. Incluso igual escuchas por ahí que son una pseudoterapia, que no tiene fundamento científico o incluso que es algo peligroso, y es que ¿qué va a decir un sistema que está basado en gran parte en lo racional y lo que se puede medir? Evidentemente y como todo, no es una terapia para todo el mundo, y como siempre digo es algo que se tiene que experimentar en primera persona para realmente poder comprender y evaluar si es para ti.
Así que ¿a qué estàs esperando?